La policía ha dado esta advertencia: “si usted se encuentra manejando en la oscuridad y ve un automóvil que se aproxima sin las luces delanteras encendidas, ¡NO LES HAGA CAMBIO DE LUCES!” ¿Por qué? Porque el automóvil sin luces está siendo conducido por el miembro de una banda y como parte de un ritual de iniciación, la primera persona que le haga cambio de luces será perseguida y asesinada.
Seguramente ha escuchado o leído esa famosa leyenda urbana y probablemente de alguien que haya jurado que es real. Esta idea es pegajosa – es memorable y puede cambiar la manera en que usted se comporta – pero además es viral. A la gente le encanta contarla de nuevo.
El marketing viral se ha convertido en una manera muy actual y de bajo coste para llegar a las personas muy rápidamente y con bajo esfuerzo. Pero mientras los mercadólogos, incluyendo gigantes como Anheuser-Busch, Coca-Cola y Procter & Gamble, recortan sus presupuestos de avisos publicitarios, lo “viral” necesita significar más que “gratis” o “ayudado por una plegaria”. Hacer que una idea sea contagiosa no es un arte misterioso del marketing. Todo se resume a un trio de reglas simples.
¿Por qué la historia de la iniciación de pandilla es tan irresistible de hacerla circular? Observe algunas cosas sobre la idea:
1.- Es emocional. De hecho, si cree en ella, es aterrorizante.
2.- Cuando alguien la comparte con usted, siente que está haciendo un servicio público. Siente que le está salvando la vida.
3.- Tiene un "disparador" - como un recordatorio ambiental para hablar sobre la idea. Por ejemplo, un torneo de golf es una excusa para sacar a relucir su información de servicio público sobre el estado de la rodilla de Tiger Woods y una taza de café le recuerda hablar sobre las políticas de Starbucks sobre el café no descafeinado después del mediodía.
Si usted desea que la gente hable de su producto o servicio, usted necesita exaltar alguno de estos tres rasgos. Lo viral no necesita ser un loco video de YouTube. Comience a pensar sobre emoción, servicio público y disparadores.
No dijimos que sería fácil; de hecho, le podría hacer repensar la manera en que usted hace los negocios. Pero si funcionó en otros casos, le puede funcionar a usted.
Fuente Original: Fast Company Magazine