Así como no tener buen tacto crea problemas, el tener buen tacto suele acarrear buenas consecuencias.
Una mujer entro a una zapatería, se probó una docena de pares de zapatos y ninguno le quedo. El vendedor, fastidiado, le dijo: "Señora, lo que pasa es que tiene usted un pie mas grande que el otro". La mujer salio de la tienda sin comprar nada.
En la siguiente zapatería, la búsqueda resulto igualmente ardua. Por fin, el dependiente, sonriendo, le pregunto a la dama: "¿Sabia usted que uno de sus pies es mas pequeño que el otro?"
La mujer salió feliz de la tienda, con dos pares nuevos de zapatos bajo el brazo.