sábado, 10 de julio de 2010

Lecciones derivadas del fracaso de DreamWorks

No siempre la unión de varios genios provenientes de ámbitos parecidos pero no iguales da resultados.

Tal es el caso del cineasta Steven Spielberg, quien fundó la empresa DreamWorks en compañía de David Geffen, exitoso empresario de la industria musical y el ejecutivo de la Walt Disney Company, Jeffrey Katzenberg.

Lo que nació como una de las empresas más prometedoras del show Business, nunca logró salir del rojo y hoy sobrevive, quince años después, gracias a la inyección de capitales provenientes de Bollywood, India.

¿Qué fue lo que salió mal en este proyecto? Para la autora Nicole LaPorte, la respuesta es simple: mala gestión. Aquí les dejo la reseña de los errores cometidos tal y como aparecen en el libro The men who would be kings. Veamos

1. Visión errada del mercado. El estudio tenía la pretensión de cubrir toda la gama del entretenimiento, desde el cine a la música. Esa pretensión era lógica en 1994 cuando la demanda por películas, DVDs, CDs, seriados de TV y games parecía ilimitada. Las divisiones de Internet y de games nunca consiguieron sintonizar con los públicos de esos segmentos.

2. Falta de equipo. A pesar de ser brillantes de manera individual, los socios del estudio no sabían trabajar en equipo.La trayectoria de DreamWorks fue marcada por una sucesión de conflictos, dejando la gestión del grupo sin un foco definido.

3. Arrogancia e irrespeto. El sueño de Spielberg era crear un megaestudio de cine, mas eso nunca pasó de ser un proyecto megalómano. Encima, el lugar elegido para su construcción quedaba en medio de un santuario de aves en Playa del Mar, Florida, lo que enfureció a los ambientalistas. Se perdieron 30 millones de dólares en esa aventura.

4. Microgerenciamiento. Jeffrey Katzenberg se dedicó a perder tiempo en resolver cualquier cantidad de asuntos que no tenían nada que ver con su especialización. Resultados: la división de animación del estudio nunca resultó.

5. Estancamiento creativo. El proyecto original del estudio era arrojado: valorar al artista y abolir los cargos. Nada más lejos de la realidad.

6. Falta de compromiso. Steven Spielberg filmaba películas fuera de su propio estudio y con otras empresas, resultados: los demás socios comenzaron a mirarlo con recelo.

7. Complacencia. Los tres socios se fiaron de un pasado glorioso, pero, al mirar por el espejo retrovisor, no consiguieron navegar en las aguas turbulentas de ultra competitivo mercado de Hollywood.

Pensaron que tendría asegurado el éxito de manera automática por el hecho de ser quienes eran. La realidad les mostró cuan engañados estaban.



Fuente Original:  Ali Manrique en Crisis, negocios y dinero
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