jueves, 15 de julio de 2010

Las fallas gerenciales de Dunga como lecciones de negocios

La humildad para reconocer errores es uno de los elementos imprescindibles en un buen gerente. El pensar que se es "producto terminado" y hacer a un lado los paradigmas le puede costar muy caro a quien tiene un  puesto directivo, gerencial o de jefatura.

El Rey Midas es una bonita leyenda, pero querer emularlo es ridículo y hasta me atrevo a decir: una locura.

Hace unos días, leyendo uno de mis blogs favoritos, me encontré con un excelente articulo que analizaba -desde el punto de vista de negocios- el fracaso de la selección de fútbol de Brasil, por su atinada perspectiva, y con permiso de su autor (Ali Manrique) lo transcribo a continuación:

Las fallas gerenciales de Dunga como lecciones de negocios

Uno de los golpes más terribles que sufrieron los fanáticos de la verde amarela fue que la eliminaran en cuartos de final. Se podrán imaginar que la montaña de críticas que le han llovido al director técnico de la selección de Brasil, Dunga, da para todo. De esa montaña de críticas rescatamos para nuestros lectores las que especialistas en gerencia publicaron en la revista PE&GN acerca de cómo el mal desempeño de este DT puede darnos lecciones invaluables de negocios. Veamos

1. No oír al mercado consumidor. Dunga no reparó para nada en la opinión de todo Brasil que consideraban que el había formado un equipo, no una selección.

El mercado consumidor –espectadores, periodistas, aficionados y gente común- se esforzó para hacerle ver el error, pero este fue sordo a las voces del mercado, insistiendo en ofrecer productos de acuerdo a sus propias percepciones.

En un mercado competitivo la competencia innova a cada minuto. Dunga convocó y puso en el campo productos (jugadores) de calidad dudosa (entendido así por el mercado). No era lo que la gente quería ni deseaba.

2. Llevar a al empresa (selección) a perder la identidad. La selección brasileña perdió la identidad, tenía el ADN alterado, el jugó de una forma diferente.

Brasil olvidó el futbol ofensivo. Una selección que la historia mundial reconoce como aquella de jugaba de avanzada, que ataca y que buscaba el gol parece haber perdido el foco.

Jugar bonito y hacer goles siempre estuvieron asociados al futbol brasileño, ganar era la consecuencia.

En el mundo corporativo es lo mismo si usted descuida la razón de ser de su negocio y solo se ocupa más del precio que del valor, puede terminar desnaturalizada o perdiendo su identidad.

3. Inutilizar el poder de la marca. La marca Brasil, por lo menos en fútbol, era victoriosa, envidiable e intocable. Brasil es penta campeón mundial de fútbol.

El certificado de calidad de la selección brasileña de fútbol es tan fuerte como el de una multinacional. La marca Brasil pasó a ser vista por los demás competidores como algo a ser vencido. Dunga no hizo nada para conservar el poder de la marca.

4. No saber lidiar con la presión del trabajo. Dunga era un gerente. ¿Qué gerente no sabe trabajar bajo presión?

Casi todos los grandes gerentes del mundo se ven obligados a soportar altas dosis de presión. Este DT demostró que no podía lidiar con la presión a la que le sometió el escrutinio público reaccionando con falta de inteligencia emocional.

5. Tomar como base para la calidad mercados pocos competitivos. Brasil ganó la Copa América, sin brillo y sin esquema táctico convincente, simplemente tuvo buenos resultados.

Los buenos resultados obtenidos en malos mercados crearon falsas ilusiones de que lo mismo pasaría en otras plazas. Esas premisas hicieron que el gerente mantuviera un equipo mediocre, sin los mejores.

6. Ignorar la necesidad de un Plan B. Viendo que los resultados trimestrales no se repetirían en el resultado anual, Dunga debió haber ejecutado un plan alternativo que le permitiera hacer frente a las exigencias del mercado.

Dunga fue un gerente de un solo plan y cuando este falló la empresa se fue a la quiebra.

7. Actuar como un gerente desfasado. Dunga no dio la cara por los malos resultados de la selección, mucho menos se hizo responsable por el triste desempeño de la selección de Brasil.

Simplemente dio la espalda, cuando Holanda los eliminó y sin dar explicaciones, ni razones, renunció.


Fuente original: Crisis, negocios y dinero
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