martes, 23 de octubre de 2012

Cómo saber si se es -o se tiene- un mal jefe en la organización



“Prefiero ser temido a ser amado si no puedo ser las dos cosas”. - Maquiavelo
Hace algunos años, el ser un jefe irracional, iracundo, inconsciente, carente de sentimientos, que solo se preocupaba por el beneficio de la empresa y el propio, era el modelo perfecto para estar al frente de una organización. Ahora, las reglas han cambiado y todas esas “características” son utilizadas para definir a “un mal jefe”.

Y es que un mal gerente afecta el ánimo de los empleados y, consecuentemente, eso repercute negativamente en la rentabilidad en la empresa.


En todos los casos, se ha comprobado que la personalidad y el estilo de liderazgo de los gerentes impacta irremediablemente en la productividad de la empresa.

Por desgracia aun hay directores que solapan esa forma de administrar y dejan de lado la estrecha relación que existe entre la satisfacción en el trabajo y la productividad del empleado que invariablemente repercute en el resultado final.

Si en la organización hay malos jefes, el empleado se sentirá presionado emocionalmente y esto ocasionara - tarde que temprano- efectos devastadores en el clima laboral ya que los resultados de la forma de trabajar de los empleados depende de la personalidad y estilo de liderazgo del jefe.

Habrá quienes digan que los empresarios tan solo llevan a la práctica lo que heredaron: un monárquico estilo de administrar. Y que existen gerentes exitosos con estas características, pero habrá que preguntarse: ¿cuánto más se hubiera logrado de contar con el respaldo, identificación y compromiso de sus empleados?

Los tiempos han cambiado y es momento de saber que el ahorro laboral forma parte de las perdidas, nunca de las utilidades de la empresa.

Seguramente usted esta diciendo: “Pero yo no soy un mal jefe”. Y yo le digo: ¿Se anima a saber qué tipo de ambiente genera usted en su trabajo?  

Conteste el siguiente test:

I.- ¿Cuáles son sus reacciones viscerales haca la gente?

Continuamente me siento rodeado de idiotas incompetentes  y no puedo evitar hacérselo saber de vez en cuando.

Verdadero          Falso

Yo era una buena persona hasta que comencé a trabajar con el grupo actual que me pone los pelos de punta.

Verdadero          Falso

No me fío de la gente a mi alrededor, y no confío en nadie.

Verdadero          Falso

Veo a mis compañeros de trabajo como competidores.

Verdadero          Falso
Creo que una de las mejores maneras de "subir la escalera" es empujar a la gente hacia abajo o hacia fuera del camino.

Verdadero          Falso

Disfruto secretamente viendo sufrir a otros y retorcerse.

Verdadero          Falso

A menudo siento celos de mis colegas y me resulta difícil estar realmente contento por ellos cuando lo hacen bien.

Verdadero          Falso

Tengo una pequeña lista de amigos cercanos y una larga lista de enemigos, y estoy igualmente orgulloso de ambas listas.

Verdadero          Falso

A veces simplemente no puedo contener mi desprecio hacia los perdedores y disfruto al demostrarlo.

Verdadero          Falso

II.-  ¿Cómo trata a los demás?

Disfruto insultar, gritar y -de vez en cuando- humillar a algunos de los idiotas en su propio lugar de trabajo, si no lo hago me siento ofuscado.

Verdadero          Falso

Gusto tomar el crédito por los logros de su equipo.  ¿por qué no? Ellos serían nada sin mi.

Verdadero          Falso

En las reuniones disfruto lanzando "inocentes" comentarios que no sirven para nada más que para humillar o causar molestias a las personas.

Verdadero          Falso

Me apresuro a señalar los errores de otros.

Verdadero          Falso

Yo no cometo errores. Cuando algo sale mal, siempre encuentro algún idiota a quien culpar.

Verdadero          Falso

 Constantemente interrumpo ya que, después de todo, lo que tengo que decir es más importante.

Verdadero          Falso

Siempre estoy al pendiente de lo que se le ofrezca a mi jefe y a otras personas poderosas y espero lo mismo mis subordinados.

Verdadero          Falso

Mis chistes y bromas -a veces- pueden ser un poco desagradables, pero hay que admitir que son bastante graciosas.

Verdadero          Falso

Armo mi equipo y lo amo, pero estamos en guerra constante con el resto de la organización.

Verdadero          Falso

Trato a los “otros” como basura porque, después de todo, si no están en mi equipo, no tienen importancia o son el enemigo.

Verdadero          Falso

Normalmente la gente parece evitar el contacto visual cuando habla conmigo y con frecuencia se ponen muy nerviosos.

Verdadero          Falso

III.- ¿Cómo reacciona la gente ante usted?

Tengo la sensación de que la gente siempre es muy cuidadosos con lo que dicen a su alrededor.

Verdadero          Falso

La gente responde a mis mensajes de correo electrónico con reacciones hostiles, que a menudo derivan en "discusiones sin sentido" con estos idiotas.

Verdadero          Falso

Las personas parecen estar negados a divulgar mi información personal.

Verdadero          Falso

La gente parece dejar de divertirse cuando yo llego.

Verdadero          Falso

En alguna reunión, la gente a menudo parece reaccionar a mi llegada anunciando que se tienen que ir.

Verdadero          Falso


0 a 5 "Verdadero": No suenas como un mal jefe certificado, a menos que estés mintiendo.

5 hasta 15 "Verdadero": Estas en el límite, tal vez ha llegado el momento de empezar a cambiar tu comportamiento antes de que empeore y brinques la línea.

15 o más: Felicidades, eres un verdadero “mal jefe“ certificado y con honores. Busca ayuda inmediatamente. Pero, por favor, no vengas conmigo, prefiero no conocerte.


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