jueves, 10 de noviembre de 2011

La dirección como elemento dinámico del proceso administrativo


La dirección en una empresa tiene como finalidad coordinar los elementos humanos de la misma. Es influir en los empleados para que contribuyan en la consecución de las metas organizacionales y grupales. Es llevar a cabo actividades que definan el carácter de la organización.

La naturaleza y propósitos de la dirección es mantener y vigilar que el rumbo hacia donde se dirige la organización sea el correcto, y para ello tendrá que hacer uso de la autoridad, el liderazgo efectivo, la comunicación y la motivación adecuada.

Los principios clásicos de la administración que tienen una aplicación concreta en la dirección son:

- Autoridad y responsabilidad: autoridad es el derecho de dar órdenes y el poder de esperar obediencia; la responsabilidad es una consecuencia natural de la autoridad e implica el deber de rendir cuentas. Ambas deben estar en equilibradas entre si. 


- Unidad de mando: cada empleado debe recibir órdenes de un solo superior. Es el principio de la autoridad única. 


- Unidad de dirección: asignación de un jefe y un plan a cada grupo de actividades que tengan el mismo objetivo. 


- Centralización: concentración de la autoridad en la cúpula jerárquica de la organización. 


- Cadena de mando o jerarquia: línea de autoridad que va del escalón más alto al más bajo. Es el principio de mando. 


- Equidad: amabilidad y justicia para conseguir la lealtad del personal. 


- Estabilidad del personal: la rotación tiene un impacto negativo en la eficiencia de la organización. Cuanto más tiempo permanezca una persona en un cargo, tanto mejor para la empresa. 


- Espíritu de equipo: la armonía y unión entre las personas constituyen grandes fortalezas para la organización.
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