Trabajar en exceso en la actualidad bien puede considerarse como una necesidad para conservar el trabajo, se ha convertido en una modalidad que los empleados utilizan para ganar méritos y no ser seleccionados en un recorte de personal.
Pero, hay que tener cuidado porque el trabajar en exceso -con el fin de ganar méritos- puede convertirse, en un momento determinado, en una adicción al trabajo muy peligrosa.
"Workaholics" -o adictos al trabajo- es como se le ha dado por llamar, en estos tiempos modernos, a las personas que, sin saberlo, padecen esta enfermedad. Y decimos "tiempos modernos" porque de acuerdo a los sintomas que los especialistas mencionan, esta enfermedad, se padece desde que la administración hizo su aparición como actividad laboral.
Los síntomas que delatan a los que padecen esta enfermedad son bien identificables:
- Pasan más horas de lo normal en el trabajo.
- No delegan.
- No se desconectan del trabajo ni en casa ni de vacaciones.
- Se sienten culpables cuando tienen un día libre o faltan por indicación medica.
Entre las consecuencias de esta enfermedad, se encuentra el sedentarismo, tabaquismo, consumo de alcohol, ansiedad, irritabilidad, estrés, consumo de drogas y con el tiempo -quien la padece- termina bajando el rendimiento por cansancio.
Por desgracia no se cuenta con datos oficiales sobre el número de adictos, pero informes de organizaciónes internacionales del trabajo hablan de que cerca del 10% de la población activa en América Latina dedica 12 o mas horas al día a su profesión -buscando mejorar su economía- corriendo el riesgo de convertirse en "workaholicos" si no es que ya lo son.
Esta enfermedad no es exclusiva de empresarios o ejecutivos, cualquier persona que viva obsesionada con el trabajo, sin importar el que sea, también la padece. Así podemos encontrar amas de casa obsesionadas con la limpieza y hasta políticos con ambición de poder.
A manera de resumen bien podríamos definir a un adicto al trabajo o "workaholic" a todo aquel que vive obsesionado con el trabajo, que le consagra todo su tiempo -incluyendo el de ocio- a su actividad y que cuando no lo hace siente una sensación de vacío, angustia o depresión, quedando siempre insatisfechos con lo que hacen y nunca dan por concluida una tarea de forma satisfactoria.
En defensa del "workaholic" solamente podemos argumentar que hay mucha gente que trabaja todo el día por miedo a perder su trabajo.