Recientemente platicaba con una persona que se quejaba amargamente de las compra con su tarjeta de crédito aprovechando las promociones de "a plazos y sin intereses".
Era común escuchar su comentario ufano -ante todos- de su habilidad y suerte para aprovechar este tipo de promociones; ahora se quejaba amargamente -solamente ante mí- de los "otros cargos" que su benévola tarjeta le hacia una vez realizado el cargo.
Lo que no sabe este pobre amigo es que los bancos siempre ganan, ganan con el proveedor y ganan con el cliente.
Todas las operaciones de este tipo tienen un Costo Financiero Total que es como se le conoce en el medio. Este costo puede ser visto o determinado desde tres puntos de vista:
-Del proveedor del bien o servicio. Cuando al proveedor del bien o servicio le es pagado -por el banco- la operación, este pago ya viene reducido con la comisión que el banco cobra por el servicio prestado. Este seria el costo financiero total del proveedor.
-Del cliente. Al momento de hacer el cargo a la tarjeta, el banco le incluye una partida de gastos de administración que incluyen seguro de vida, comisión por apertura, administración de la operación y otros cargos que dependen del banco emisor de la tarjeta, teniendo cuidado de nunca mencionar la palabra "interés". Este seria el costo financiero total del cliente.
-Del Banco. Para el banco es el negocio redondo, cobra al proveedor del bien o servicio al descontarle en su pago y al cliente los gastos administrativos que dependerán del plazo de la operación. Este sera el costo financiero total del banco.
Es bueno mencionar que este Costo Financiero Total -en la mayoría de los casos- es informado en la publicidad del producto o servicio ofertado, pero el cliente en raras ocasiones pregunta o hace los cálculos correspondientes, seguramente encantados por la realización de una operación a plazos y sin intereses.
En cualquier operación a crédito es importante calcular el Costo Financiero Total para considerar la viabilidad de la operación en sí. Eso nos dará la oportunidad de evaluar el resultado contra la capacidad de pago.
En resumen: todas las operaciones a "plazo sin intereses" pagadas con tarjetas de crédito están entrampadas para que caigan los ingenuos o aquellos que se sienten amos de las finanzas. Además, también, por lo general los productos o servicios son inflados en su precio por el proveedor para recuperar la comisión que le sera descontada por el banco.
Seguramente la abundante astucia de los bancos y las limitaciones de los clientes hacen ver este tipo de operaciones como efectivamente a plazo y sin intereses pero poniéndose a pensar tan solo un poco surgiría la pregunta: ¿Donde esta el negocio para los bancos?
