La responsabilidad solidaria consiste en imponer a una o más personas una obligación por considerar o suponer que existe un nexo, vínculo o enlace entre ellas, de tal naturaleza que permita considerarlas como una sola, aunque guarden autonomía en el aspecto jurídico.
Tiene como propósito -supuestamente- proteger la recaudación ante posibles incumplimientos, fraudes, simulaciones o simples prácticas malintencionadas o viciadas de los contribuyentes.
De esta manera, basta que la persona tenga una intervención directa en la relación de trabajo y sea apta para satisfacer las obligaciones relativas, para que el legislador pueda responsabilizarlo solidariamente si lo estima conveniente en aras de garantizar, entre otros, el pago de las contribuciones.