domingo, 21 de marzo de 2010

Muerte por sobrecarga de información

El valor de la información en la economía del conocimiento es indiscutible, pero también los es su capacidad de sobrecoger a quienes la consumen. El autor comparte algunas formas prácticas para que individuos y organizaciones eviten recibir demasiado de algo bueno.

El acceso inmediato a la información útil tiene su precio. A medida que aumenta el volumen, la línea entre lo que vale la pena y lo que distrae se vuelve borrosa. Y el acceso inmediato a usted – vía e-mail, redes sociales, etc – exacerban la situación. En promedio, los ejecutivos de Intel reciben 300 correos cada día; los empleados de Microsoft necesitan 24 minutos para retomar su trabajo después de cada interrupción por un correo electrónico. Queda claro que la productividad se resiente.

Las ayudas tecnológicas pueden ayudar, como el software para manejo de e-mail para usted, un regulador del volumen de mensajes para su organización, e incluso soluciones más sofisticadas que están siendo desarrolladas por Microsoft, IBM y otros.

Sin embargo, batallar contra las interrupciones tecnológicas en su propio terreno tiene sus límites. También necesita cambiar su mentalidad, quizás buscando ayuda profesional de expertos en productividad o simplemente aceptando que usted no puede responder cualquier distracción que aparezca en su pantalla. De forma similar, las organizaciones deben cambiar sus culturas, por ejemplo estableciendo protocolos claros de comunicaciones-e.

Al final, solo un acercamiento multidisciplinario le ayudará a usted y a su organización a vencer al monstruo de mil cabezas que es la sobrecarga de información. El secreto es manejar la bestia mientras se la respeta como la criatura hermosa que es.


Fuente Original: Harvard Business.org
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