Todos en la vida contamos con alguien por quien tenemos cierta preferencia, ya sea porque nos hace todo lo que le pedimos o simplemente porque nos gusta y nos cae bien.
Pues bien, muchos gerentes tienen un empleado "mascota" que generalmente tiene asignaciones especiales, tratamiento preferencial, invitaciones a eventos sociales, o incluso uno que otro beneficio adicional.
A medida que la mascota se sigue llevando mas y mas de a gloria del equipo, seguramente lo que se desea seria gritar de frustración. En su lugar, intente lo siguiente:
- Deje de obsesionarse. No tiene mucho sentido gemirle a todo el mundo que su
jefe tiene un favorito, y que eso no es justo. Eso no va a cambiar la situación. Ademas todos los "favoritos" de los jefes suelen dedicarle mucho tiempo personal para estar en esa posición, tiempo que usted seguramente no estaría dispuesto a regalar
- Conozca a su jefe mejor. Pregúntele a su gerente sobre cómo le fue en su fin de semana. Cuentele lo mas relevante del suyo o intente iniciar conversación con alguna noticia del fin de semana. Invítelo a almorzar un día.
- Haga brillar su luz propia. Muchas personas se resisten a llamar la atención sobre sus éxitos, habilidades o preferencias, pero hay que bajarle a la dosis de su modestia, o bien la "mascota" continuará consumiendo la atención de su jefe.
- Haga brillar su luz propia. Muchas personas se resisten a llamar la atención sobre sus éxitos, habilidades o preferencias, pero hay que bajarle a la dosis de su modestia, o bien la "mascota" continuará consumiendo la atención de su jefe.