No todos los jefes están abiertos al dialogo. Y los que si lo están nunca tienen tiempo para una reunión.
Hay quienes mantienen una comunicación restringida o limitada, seguramente debido a las múltiples tareas que desempeña. Y otros no son partidarios de platicar con los subordinados argumentando que se pierde jerarquía.
Cuando esto suceda, y sea necesario e imperante hablar con el jefe, siga estas sencillas recomendaciones:
1. Solicitele una platica de 30 minutos. Evite la clásica: "¿tienes un minuto?". ¿Lo que va a decir lo hará en ese tiempo? ¡Claro que NO! Intentar abordar al jefe iniciando con una mentira es muy riesgoso y las posibilidades de recibir un rotundo no o tener que explicar en un minuto el asunto que trae entre manos son muy altas. Aunque en realidad todo depende del estilo de su jefe, en cualquier caso, siempre es mejor tratar de atrapar a su jefe en el mejor de sus tiempos, ya sea durante un tiempo de tranquilidad en el día o drespues de una buena semana de trabajo.
2. Decida lo que quiere decir y cómo quiere decirlo. Preparar el tema que quiere tratar es fundamental. Practicar la forma de hacerlo le dará seguridad en su exposición. Esté preparado para preguntas que puedan surgir. El tema deberá ser presentado de una manera constructiva, asertiva, específica y objetiva.
3. Presentar argumentos sólidos, no suposiciones. Si va a presentar un caso, hay que documentarlo. No dejar que un argumento sea demeritado por estar basado en suposiciones. Trate de ser lo más específico posible.
4. No esté a la defensiva. Si el asunto a tratar con el jefe es sobre usted mismo, no adopte una actitud defensiva. Muestre apertura para modificar conductas o actitudes del pasado que pudieran estar repercutiendo de manera negativa en su desempeño dentro de la organización.
5. Haga preguntas aclaratorias. Durante el desarrollo de la platica es importante preguntar cuando un concepto no quedo muy claro. Pregunte hasta quedar satisfecho con la explicación sin caer en actitudes exageradas. Recuerde que esta es su oportunidad de oro para aclarar los malentendidos y que probablemente ya no se repetirá.
6. Agradezca la oportunidad de la reunión. Como muestra de educación y con la idea de dejar las puertas abiertas, agradezca a su jefe su tiempo y disposición para discutir el tema con usted.
En cualquier caso es recomendable proponer una reunión de seguimiento para comprobar y asegurarse de que las cosas están trabajando con normalidad.
Por ultimo, es bueno saber que estas sugerencias si bien son para aplicarlas con su jefe, tambien puede hacerse incluso con sus padres, maestros o cualquier persona en una posición de autoridad
