sábado, 29 de mayo de 2010

Se puede cambia de trabajo, pero no de mentor

En la Odisea, el gran poema de Homero, Odiseo lucha por regresar a su palacio en Ítaca, tras la Guerra de Troya, sorteando toda clase de monstruos, peligros y sirenas.

Pero Odiseo tenía al menos la tranquilidad de saber que, durante su ausencia, había dejado al viejo y sabio Mentor a cargo de su hijo Telémaco.

Los empleados modernos tienen una fuerte necesidad de mentores como Telémaco, sobre todo en estos tiempos de cambios corporativos. Uno de los cambios más notorios es la rápida desaparición del típico empleado leal, que trabajaba durante 30 o 40 años en la misma corporación y luego se retiraba con un reloj de oro y una pensión.

En cambio, hoy en día, muchos trabajadores pasan por varias compañías durante sus carreras, y no siente particular lealtad hacia sus organizaciones. De igual modo, muchas compañías no sienten mayor lealtad por sus trabajadores.

A pesar de este cambio en la cultura corporativa, los consejeros continúan siendo tan importantes como siempre para los trabajadores más jóvenes interesados en aprender de los empleados más experimentados.

De hecho, es posible que los consejeros sean más importantes que nunca para las organizaciones, pues reunir a un mentor maduro con un protegido promisorio es una excelente forma de conservar a los empleados valiosos.

Cada vez más expertos en gerencia consideran que los consejeros o mentores son de gran importancia en las redes sociales, donde los aconsejados reciben conocimientos de gente experimentada. Sin embargo, hoy en día, el constante cambio de empleo de los más jóvenes desalienta a los gerentes de mayor experiencia a la hora de ofrecerse como mentores.

Por tanto, los trabajadores jóvenes que quieran ser aconsejados deberían construir relaciones más sólidas con sus mentores.



Fuente Original:  Knowledge.wharton
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