lunes, 22 de marzo de 2010

Mujeres en el trabajo: ¡Lo logramos!

En una época en la que el mundo tiene pocos motivos de celebración, aparece una buena noticia: en los próximos meses las mujeres pasarán la marca del 50% y se convertirán en la primera mayoría de la fuerza de trabajo de los EUA.

Las mujeres ya constituyen una mayoría en lo que a graduados universitarios se refiere, al menos en los países que pertenecen a la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica, y son ya mayoría entre los profesionales en varios países ricos, incluyendo Inglaterra y los EUA. Las mujeres dirigen algunas de las mayores compañías del mundo, incluyendo PepsiCo, en EUA, y Areva, en Francia.

El poder de las mujeres en el mundo económico es sin duda uno de los grandes cambios sociales de nuestros tiempos. Hace tan sólo una generación, las mujeres estaban en su mayoría confinadas a trabajos repetitivos. Eran ocasionalmente sometidas a episodios de sexismo y se esperaba que abandonaran sus carreras al casarse y tener hijos. Pero, hoy en día, las mujeres están a la cabeza de algunas de las organizaciones que antes las trataban como ciudadanos de segunda.

Hay millones de mujeres que ahora tienen un mayor control de sus propias vidas y, por tanto, hay millones de cerebros que ahora están encargados de tareas productivas. Las sociedades que tratan de rechazar esta tendencia (los países árabes, Japón y los países del sur de Europa) pagarán un alto precio en talento malgastado y en ciudadanos frustrados.Esta revolución se ha logrado con muy poca fricción. Los hombres le han dado a la mujer la bienvenida al lugar de trabajo.

Sin embargo, hasta los cambios más positivos pueden tener sus bemoles. De hecho, la mujer sigue siendo una minoría en las altas jerarquías de las compañías. Sólo 2% de los jefes de las grandes compañías estadounidenses son mujeres. Además, ganan en promedio mucho menos que los hombres. Un gran obstáculo para el desarrollo profesional de la mujer es la crianza de los hijos. Las parejas de clase media se quejan constantemente de que tienen muy poco tiempo para sus hijos.

La demanda de cerebros femeninos está aliviando algunos de estos problemas. Hay varias tendencias que favorecen al “sexo más educado”; por ejemplo, la “guerra por el talento” y la creciente flexibilidad del lugar de trabajo. Los escritorios legales, las firmas consultoras y los bancos están repensando sus sistemas de ascenso porque no quieren seguir perdiendo a mujeres talentosas.

Más de 90% de las compañías alemanas y suecas ofrecen horarios laborales más flexibles. Además, las nuevas tecnologías permiten rediseñar el trabajo de modo que este sea más acorde con la vida familiar.



Fuente Original: The Economist.com
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