Cuando se es nuevo en el mundo de los negocios, se suele ser muy
sensible. Eso generalmente se debe a que no se tiene la certeza acerca de si se esta -o no- haciendo un buen
trabajo.
Y una forma de manifestar esa inseguridad es ponerse a la defensiva y responder como si estuviera siendo atacado, bajo el argumento de que el trabajo, la apariencia o la conducta no es del todo perfecto.
Nadie hace todo bien todo el tiempo. Si usted no puede
aceptar críticas, sus gerentes y colegas no se las harán saber y usted
nunca crecerá. Incluso podría llegar a ser considerado como una de esas
personas "difíciles" de enfrentar o de mala actitud,
dañando así sus relaciones de trabajo y su reputación.
Como todo, hay una manera correcta y una incorrecta de manejar
la crítica, aquí están algunas sugerencias:
- Despersonalice la crítica: Repítase a si mismo: "Es solo algo en específico lo que es el problema, no yo como persona."
- Asertivamente repita los comentarios para aclaración: Diga a
la persona: "Lo que dices es que el comportamiento de X no es
aceptable."
- Busque orientación: Pídale a la persona, "¿Cómo podría
hacerlo de manera diferente? ¿Qué cambio sería apropiado?"
- Analice el comentario: Tómese algo de tiempo para pensar y pregúntese
honestamente: "¿Es válida esta crítica? ¿Estoy dispuesto a hacer el
cambio? "
- Informe su progreso y busque retroalimentación: Diga a la persona: "Estoy trabajando duro para lograr el cambio que hemos hablado. ¿Tiene
alguna sugerencia sobre qué más puedo hacer? "
Nunca, nunca deje que sus emociones lo manejen. Si la
crítica le duele mucho y no se puede controlar, cortésmente
excúsese y reanude la conversación una vez que usted ha tenido la oportunidad
de calmarse.