Es
fácil ser un gran líder en una empresa que valora el liderazgo, que desarrolla
líderes o que está llena de líderes que son un modelo a seguir.
Estas
empresas, aunque no son perfectas, tienden a realizar grandes contrataciones, practican la promoción, invierten en planes de sucesión y se preocupan en el desarrollo del liderazgo. Pero hay ocasiones en que todo esto es tan solo un ardid publicitario para aparentar que es una empresa de primer mundo cuando en realidad tiene una cultura estiércol.