Siempre
que se piensa en crear algún negocio o empresa, solemos divagar en la venta del
producto o servicio y las pingues ganancias que nos dejará.
Difícilmente
pensamos en todo lo que es necesario para llegar a generar utilidades. Como
buenos seres humanos solemos dejarlo “para cuando se presente el caso”. Y
cuando llega ese momento, o no sabemos qué hacer o lo que hacemos lo hacemos
mal y todo por no planear desde el principio.