Hay muchos empresarios o directores que se preocupan -y en buena medida- por la cultura de la empresa que dirigen. Un buen dirigente o líder sabe que los empleados felices hacen a los clientes felices y esto, al final, genera ganancias. Pero haciendo a un lado esto ultimo, ¿no le parece que es mucho más divertido ir a trabajar cuando el ambiente te invita a hacerlo, cuando se disfruta del entorno, de sus compañeros de trabajo y de la misión de la empresa? Pues bien, ese ambiente de trabajo existe en todas las empresas, sin importar su tamaño, giro o edad, y se le llama cultura organizacional
Un ambiente amable de trabajo no se da de la noche a la mañana, ni por mandato u orden superior, se da con el paso de los años, y si ponemos atención nos daremos cuenta de que la creación de una gran cultura casi siempre se reduce a la relación dirección-empleados. Cuando esta es humana y de vía abierta en ambos sentidos el resultado es de una cultura organizacional buena.