Mucho se ha hablado -y escrito- sobre la interpretación de las leyes que nos rigen, algunos en pro de la interpretación letrista y otros desde lo que el legislador quiso dar a entender.
Esto ultimo es muy subjetivo pues para entender lo que el legislador quiso decir habría que tenerlo a un lado para que asevere o niegue lo entendido.
Sin embargo la autoridad ha emitido criterios que, si bien no lo aclaran comletamente, por lo menos nos indican lo que no se debe hacer al interpretar las leyes, es decir, que ésta no puede ser tal que conduzca a un fraude o abuso de derecho, como ellos lo llaman.