Autor: José Elías Álvarez
Según recientes estudios, las empresas implementan apenas un pequeño porcentaje de los objetivos que se han trazado, sean estos estrategias, planes de negocios, etc. De modo que existe una gran brecha entre lo planificado y lo que efectivamente se lleva a cabo.
Algunas de las excusas más comunes esgrimidas para justificar dicha situación son: “el plan es una maravilla pero el día a día nos consume y no hay nada que podamos hacer”; “no tengo tiempo”; “soy muy importante para meterme en los detalles”; entre otras.
El arte del logro consiste en “hacer que las cosas ocurran” de una forma sistemática. Para tal fin, es preciso que la empresas implementen tres procesos fundamentales: