En una época escasa de talentos, las empresas que se han abierto a la diversidad de géneros y les han dado a las ejecutivas la oportunidad de ocupar puestos gerenciales han recibido a cambio una ventaja competitiva.
Algunos estudios afirman que, a medida que se incorporan más ejecutivas senior en la plantilla interna de una empresa, se alcanza una mayor productividad y rentabilidad y un mejor desempeño organizacional.
Si bien no es la regla general, en las economías desarrolladas algunas compañías han logrado con éxito la contratación y ascenso de ejecutivas.
Para ello, han realizado una serie de pasos:
1) Ampliar las políticas de RRHH, de modo que se incluyeran mujeres calificadas en los procesos de selección.
2) Ofrecer entrenamientos a los reclutadores y gerentes operacionales sobre la importancia de buscar la diversidad e identificar prejuicios que puedan afectar sus decisiones.
3) Promover tutorías para ayudar a las ejecutivas talentosas a ascender de puesto.
4) Hacerle seguimiento al progreso de la empresa, tasa de desgaste y pagos por género.
5) Buscar maneras de crear un mejor balance entre la vida personal y profesional de los empleados.
Si bien la implementación de estos enfoques implica tiempo y dinero para las compañías, la inversión en promover la diversidad de género también tiene sus recompensas tangibles como un equipo de trabajo talentoso y, por ende, un rendimiento económico más sólido.
Fuente Original: Mckinsey Quarterly