El desarrollo personal consiste en una actividad constante del individuo consigo mismo y en relación con los demás para conseguir un óptimo estado de salud, mantener su vitalidad y motivación personal para modificar sus conductas y costumbres, permitiéndole vivir con éxito y satisfacción en un mundo en constante cambio.
El desarrollo personal implica desarrollar la autoestima, autodirección, autoeficacia y excelencia personal, conducentes a una vida de bienestar personal, familiar, laboral y social. Esta realización personal debe proyectar lo mejor de sí sobre los otros.
La disciplina del Desarrollo Personal nace en el seno de la Psicología Humanística y sostiene que todo ámbito de interacción humana puede convertirse en un espacio propicio para el crecimiento de sus protagonistas.
Numerosas investigaciones en todo tipo de entornos (familiares, educacionales, empresariales) han demostrado que aquellos espacios en los que se aplican los principios del Desarrollo Personal e Interpersonal se convierten en terrenos fértiles para el aprendizaje, la excelencia profesional y ética, la salud, la productividad y el progreso individual, organizacional y social.
En resumen, el desarrollo personal según Challa:
“ Es una experiencia de interacción individual y grupal a través de la cual los sujetos que participan en ellos, desarrollan u optimizan habilidades y destrezas para la comunicación abierta y directa, las relaciones interpersonales y la toma de decisiones, permitiéndole conocer un poco mas de si mismo y de sus compañeros de grupo, para crecer y ser mas humano”.