“Nadie es perfecto, lo perfecto es inhumano…”
Esa era un frase que usaba con frecuencia un compañero de labores de hace muchos años. Y debo reconocer que con muy buenos resultados. Hoy en día, aun y con el paso del tiempo, no dejo de considerar esa frase como una excelente salida cuando se hace evidente un error cometido.
Pero ¿que sucede cuando las circunstancias nos alejan de salidas tan sencillas o la magnitud del error es tal que ese tipo de frases no seria oportuno decirlas?
Todo el mundo reacciona de manera diferente cuando se comete un error: algunos acusan a otros de inmediato, otros le echan la culpa a las circunstancias, mientras algunos -tal vez los menos- se apersonan de la falla y enfrentan la responsabilidad de la misma, aunque muchas veces, esta sea inmerecida.
Pero no se preocupe, hay soluciones, la próxima vez que usted -o su equipo- caigan en el error o la falla, y sean descubiertos, tome alguno de estas tres sugerencias para salir lo mejor posible del problema:
Así es que ya sabe: el mundo no se paró, sigue rodando y usted aun esta arriba de el. Siga adelante sin tirar la experiencia vivida, saque su cabeza de entre los hombros pensando: "Nadie es perfecto, lo perfecto es inhumano...".1.- Piense antes de actuar. No responda de inmediato, no sea impulsivo. Tome en cuenta que si lo hace, puede empeorar las cosas. Tómese el tiempo para considerar varias posibles interpretaciones de los eventos y cómo podría reaccionar.
2.- Escuche antes de hablar. Nunca asuma que sabe lo que otros piensan. Déjelos hablar y luego explique lo que piensa y lo que sucedió. Es probable que usted magnifique lo que otros no lo ven así.
3.- Búsquele la lección. Ok, ya se cometió el error. Puede ser tú culpa, de alguien más o de nadie. Lo que se debe hacer ahora es investigar de cómo y por qué se produjo el error para evitar que vuelva a suceder.