En el balance general los activos se presentan clasificados en cuatro grandes grupos:
- Activos Circulantes. Son aquellos que formando parte del ciclo de operaciones del negocio se constituyen, a corto plazo, en efectivo:
- Caja y Bancos
- Cuentas por cobrar
- Inventarios
- Pagos anticipados
Ellos constituyen el tradicional ciclo (teórico) de las operaciones del negocio pues con el efectivo se compran inventarios, los que al venderse se convierten en cuentas por cobrar, las que al cobrarse proporcionan nuevos efectivos, para comprar mas inventarios y así sucesivamente.
-Activos Fijos. Son los bienes duraderos de trabajo que sirven para llevar adelante las actividades comerciales que provocan el ciclo de los activos circulantes:
- Terrenos
- Edificios
- Maquinaria y Equipo
- Equipo de Transporte
- Mobiliario y Equipo de Oficina
- Activos Fijos Intangibles
Las patentes y marcas suelen clasificarse como activos fijos intangibles. Para que un activo fijo pueda ser considerado como tal, su duración debe exceder el año.
-Activos Diferidos. Son aquellos desembolsos que ayudan a establecer la empresa, aunque no tengan efectivamente una representación material clara, pero que ciertamente influyen benéficamente en mas de un ejercicio contable:
- Gastos de Organización
- Gastos de Instalación (no recuperables)
- Gastos Preoperativos
Cada día es mayor la tendencia a eliminar estos activos mediante su amortización a tasas elevadas y aun mediante su aplicación integra a resultados en el momento de su erogación; la razón de esto es que los activos diferidos rara vez tienen recuperación en efectivo, además de que la evolución comercial misma tiende a reducir cada vez mas su periodo de utilidad.
-Otros Activos. Son aquellas inversiones que no pueden ser claramente identificadas en los tres grupos anteriores.
