Pocas empresas están pensando en contratar personal en este momento, y es un gran error. Si la historia sirve de guía, el reclutamiento se convertirá en asunto candente una vez que la agitación se disipe. Incluso ahora, las empresas tienen problemas en la contratación en mercados emergentes, y muchas tendrán que encontrar talento de reemplazo para los “baby boomers” que van al retiro. ¿Podrán satisfacer sus necesidades?.
Probablemente no, dicen los autores del artículo oroginal. Su investigación, llevada a cabo con numerosos CEOs, ejecutivos de Recursos Humanos y reclutadores, encontró que las prácticas actuales de reclutamiento son, en el mejor de los casos incoherentes, e ineptas en el peor.
No es de extrañar. Ignorantes de sus necesidades de reclutamiento, la mayoría de las empresas tratan la contratación de ejecutivos de alto nivel como una emergencia. Esto les deja pocas opciones. Un estudio encontró que casi una cuarta parte del tiempo, el candidato seleccionado era el único que se había considerado.
Pocas empresas hacen revisión de referencias, y muchas dependen de reacciones viscerales al evaluar las habilidades y la adecuación cultural del candidato. Casi nadie considera si será un buen “jugador de equipo”. Incluso más increíble, es que sólo la mitad de los altos gerentes contratados son entrevistados por alguno de los altos ejecutivos de la empresa. El resultado: cerca de un tercio de los prometedores nuevos reclutados, se marchan antes de tres años.
Como remedio, los autores ofrecen las mejores ideas y prácticas modernas para la contratación de los altos gerentes de una organización. Sus recomendaciones cubren el ciclo completo de contratación en sus siete pasos:
- Anticipar la necesidad de nuevos empleados.
- Especificar el trabajo que estos deben hacer.
- Desarrollar un pool de candidatos.
- Evaluar a los candidatos.
- Cerrar el trato.
- Integrar a los recién llegados.
- Revisar la efectividad del proceso.
Sin importar lo que traiga el futuro, las empresa que sigan estas prácticas en forma exitosa tendrán una ventaja distintiva sobre sus miopes competidores.
Fuente Original: Harvard Business