Las inversiones en valores son aquellas que se hacen para canalizar temporal o permanentemente los excesos de efectivo que la empresa no puede utilizar en sus propios fines y que de otro modo permanecerían ociosos o que de cualquier manera conviene invertir así.
En este caso nos referimos a inversiones en valores tales como acciones, certificados a plazo fijo, valores gubernamentales a los que usualmente se les califica como valores de renta variable y valores de renta fija.
Son valores de renta variable aquellos cuyo producto no es seguro sino fluctuante, como en el caso de las acciones de sociedades anónimas. A estos valores se les considera también valores de especulación porque ofrecen cierto riesgo tanto en el producto como la inversión.
Son valores de renta fija los que les estipula un rendimiento fijo y seguro. A estos valores también se les considera valores de inversión porque ofrecen seguridad respecto de su valor y estabilidad respecto del rendimiento, ejemplo de este tipo de valores son los bonos, los certificados financieros, los depósitos a plazo fijo y las obligaciones de las sociedades anónimas.