"Lo importante no es llegar, sino mantenerse".
Hay algunas personas que una vez alcanzado su liderazgo se "sientan a dormir en sus laureles" o, como decía una amigo: "a disfrutar el triunfo".
A continuación se presentan 5 situaciones que pueden truncar el liderazgo:
Tiranía directiva. Existen dueños de empresas que dicen: "Yo mando, y si me equivoco, vuelvo a mandar". Ante esas expectativas el líder debe saber -y entender- que en una empresa los dueños de la misma pueden no estar de acuerdo con la labor que el ejerce, en cuyo caso, puede llegarse a un grado de fricción tal que la relación sería imposible de mantener.
Comunicacion elitista. La labor evangelizadora del líder para transmitir mensajes al grupo, debe ser uniforme, es decir, a todos, de forma correcta y precisa para lograr el máximo grado de cohesión. Hablar solo con "los importantes" o sus "amigos" puede desencadenar una ruptura y el total descalabro de una labor en conjunto.
Misoginia. Los lideres "naturales" suelen ser hombres, habilidad innata de genero agrandada por medios de cohesión fundamentados en el compadrazgo. Las condiciones de liderazgo pueden cambiar radicalmente si el líder es mujer, factor decisivo en el grupo de seguidores debido a la cultura y creencias definidas de los integrantes del mismo.
Utopías. La visión del líder debe concentrarse, ante sus seguidores, en objetivos alcanzables en corto tiempo, no en sueños a futuro. Sus deseos a largo plazo o utopías deben conservarse para irlos proponiendo como pequeños proyectos que, sumados en un todo, lleguen a cristalizar el objetivo soñado.
Ambición limitada. Darse por bien servido una vez alcanzado un objetivo y no querer seguir mas adelante suele ser una causa de perdida de liderazgo. Siempre habrá alguien en el grupo que se quede prendido y vea como una oportunidad -el descanso emocional que su líder esta disfrutando- para tomar las riendas del grupo.
