En un estudio realizado recientemente por la Universidad de Texas se reveló que los incentivos al personal mejoran la obtención de logros, pero obstruyen la creatividad de las personas.
El estudio fue aplicado a dos grupos de alumnos a los que se les asigno una tarea similar, con la diferencia en que a uno de los grupos se le ofreció un incentivo en el logro y al otro no.
El resultado fue que el grupo incentivado se limitó a cumplir con el objetivo, haciéndolo lo mas rápido posible, evitando buscar opciones para mejorar el resultado. En cambio, el grupo al que no se le ofreció incentivo alguno mostró variantes en la realización del objetivo así como un marcado mejoramiento en los resultados.
Con los resultados obtenidos quedó en evidencia que el sistema de incentivos es bueno para la obtención de logros pero en el fondo no nos deja ser creativos.
Con base en lo anterior podemos asegurar que para lo que funcionan los incentivos es para tareas rutinarias y repetitivas, pero no para las tareas creativas.
Incentivar a las personas que realizan tareas creativas no funciona, pues el apuro en conseguir lo ofrecido como premio los obliga a irse por lo obvio, sin agregarle mas que lo necesario.
La motivación es el incentivo de los creativos y, por lo general, esta se basa en tres deseos:
- Independencia: Es el deseo de dirigir nuestra propia vida.
- Perfección: Es el deseo de ser mejores en lo que nos importa.
- Objetivos: Es el deseo de conseguir lo que soñamos.
En la época actual se esta comprobando que las organizaciones que definen momentos para la entrega de un trabajo pero dejan que el lugar y horario donde se realice sea definido por el empleado, la productividad ha subido considerablemente.
Google es un ejemplo de este tipo de organizaciones. Allí han sabido optimizar la productividad de cada empleado que con ellos trabaja. Les han permitido tener autonomía y control de su tiempo, lo cual les deja espacio para desarrollos personales de los cuales -inclusive- han salido algunos de sus productos actuales.
Trabajar en organizaciones con este tipo de cultura conlleva a que el empleado, al sentirse que forma parte de algo grande, sienta orgullo de trabajar donde lo hace; y esto se traduce en ganas y pasión que a su vez desemboca en innovación y, finalmente, en dinero para todos.
