En esta epoca de crisis y de endurecimiento de las organizaciones es muy comun ver que se hagan jubilaciones estratégicas en las empresas, aquellas donde se incluye personal que, ante las nuevas expectativas, ya no entran en los planes de los gerentes.
Algunos modernos administradores dan por llamarle downsizing, tal vez para suavizar la situación, pero en la realidad, para el que sufre sus efectos, el nombre es “recorte, despido o liquidación”.
Pero, en muchas veces, estas estrategias no son tan efectivas como se ven en los libros y resulta que el efecto es contraproducente porque la persona que se va se lleva con ella la experiencia y las habilidades adquiridas en el trajín de la operación.
Arie de Geus, en su libro “The Living Company” -pionero de la planificación de escenarios en la Royal Dutch/Shell- presenta una excelente analogía del downsizing con la horticultura:
“Los jardineros de rosas, se enfrentan todas las primaveras a un problema: cómo podar nuestros rosales. El destino a largo plazo del jardín depende de esta decisión.
Si quieres tener las mejores y más bonitas rosas de la vecindad, tienes que podar mucho. Tienes que reducir cada rosal a un máximo de tres tallos; esto supone una política de baja tolerancia y estricto control. Obligas a la planta a sacar la máxima utilidad de los recursos de que dispone. Sin embargo, si es un año desfavorable (heladas tardías, invasión de plagas) ¡puedes perder los principales tallos o toda la planta!
La poda a fondo es una política peligrosa en un entorno impredecible. De manera que, si te encuentras en un lugar donde la naturaleza pueda engañarte puedes optar por una política de gran tolerancia. Dejarás más tallos en la planta, nunca tendrás las rosas más grandes, pero habrá mejorado tu oportunidad de tener rosas todos los años. También consigues una renovación gradual de la planta.
En resumen, la poda tolerante consigue dos fines: (1) hace más fácil afrontar los cambios inesperados del entorno; (2) conduce a una continua reestructuración de la planta.
Está claro que la política de tolerancia desperdicia recursos, los brotes extra drenan nutrientes del tallo principal, pero en un entorno impredecible, esta política de tolerancia hace a la rosa más saludable. La tolerancia de las debilidades internas permite, paradójicamente, que la rosa sea más fuerte a largo plazo”.
Una técnica muy usada por los dirigentes nuevos en una organización es llegar y abanderarse con el concepto del downsizing para eliminar a los “tallos” que ya no son útiles y de esa manera ocultar la realidad de que solo trabajan con “su equipo”.
Como podrán concluir la estrategia no es cortar todos los tallos que ya no sirven, sino saber cortar.