Se le conoce como acciones flotantes, aquellas acciones que se negocian regularmente en las bolsas de valores, y que por consiguiente cambian constantemente de manos. Estas acciones por lo general pertenecen a inversionistas minoritarios cuyo único objetivo es especular con ellas en el mercado de valores.
Cuando una empresa cotiza en Bolsa, no coloca todas sus acciones en venta, sino una parte, por lo general mucho menos del 50%. Esto debido a que los accionistas principales no tienen ninguna intención en perder el control de la sociedad, así que sólo se negocia una pequeña parte de las acciones en bolsa.
También hay inversionistas que aunque no son accionistas mayoritarios, compran sus acciones con la intención de conservarlas por un largo tiempo, luego son acciones que no están disponibles para ser negociadas, y permanecen en manos de un mismo inversionista durante mucho tiempo.
Las acciones que se negocian a diario, las que a diario cambian de mano, son pues las acciones flotantes, y como ya se expuso, en la mayoría de los casos sólo representan pequeños porcentajes de participación, puesto que los verdaderos propietarios de la sociedad y los verdaderos inversionistas, se quedan con la mayoría de las acciones y no pretenden salir de ellas.