Una burbuja inmobiliaria es un incremento excesivo e injustificado de los bienes inmuebles o bienes raíces, ocasionado generalmente por la especulación.
En una burbuja, los precios se incrementan sin que para ello exista una razón lógica. Su incremento se fundamenta básicamente en la especulación y en el deseo de la gente de adquirir bienes para luego vender a mejor precio, aprovechando precisamente ese incremento de los precios.
Cuando suben los precios de los bienes raíces, muchos inversionistas quieren invertir en este tipo de activos, empujando mediante el incremento de la demanda la subida del los precios. Luego, para satisfacer las solicitudes de los inversionistas, las inmobiliarias y constructoras se dedican a construir más y más activos para atender el mercado ávido por ellos, formando un espiral especulativo que crecerá y crecerá.
Cuando un bien sube de precio, se convierte en un bien muy atractivo para los inversionistas, y muchos de ellos querrán tener ese bien, lo que lleva a un exceso de demanda elevando con ello los precios.
Al incrementarse la demanda de un bien raíz, la oferta se incrementará en función de esa demanda que sigue creciendo por lo atractivo de su rentabilidad. Todo el mundo quiere compran un inmueble con la esperanza y la convicción que luego lo venderá a mejor precio.
Cuando se está en el fervor de la especulación, donde los precios no paran de subir, la firme decisión de los inversionistas de formar parte de la “gran oportunidad” los lleva a ofrecer más dinero por un determinado activo, pues está seguro que el precio seguirá subiendo y con ello ganará mucho.
En una burbuja, la oferta de bienes no se incrementa en función de las necesidades reales de la sociedad sino en función de satisfacer al inversionista. Es así por ejemplo que se llega a construir más bienes de los que la sociedad puede consumir, y cuando eso sucede es cuando toda la estructura especulativa se viene abajo.
Supongamos que en una ciudad existe una necesidad de 1.000 viviendas. Al presentarse una burbuja y para atender la sed de inversión especulativa se llega a construir 1.500 viviendas. Cuando la situación llega a ese punto, todo se revierte y así como los precios subieron por excedo de demanda en su momento, bajarán por excedo de oferta.
Las burbujas económicas no solo se presentan en la parte inmobiliaria sino que se puede presentar en cualquier otro activo, inclusive en las acciones que se cotizan en bolsa.