lunes, 17 de mayo de 2010

Los Efectos de la desinformacion


Por  David Henry

Halliburton Co. (HAL), el gigante de la construcción declaró ganancias de US$ 339 millones, aunque gastó US$ 775 millones más de lo que obtuvo de sus clientes. La compañía no hizo nada ilegal.

Halliburton hizo grandes desembolsos de dinero en el 2003 debido a contratos con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. La compañía esperaba ser retribuida más tarde. Sin embargo, contabilizó inmediatamente parte de estas ganancias porque tenía que ver con servicios prestados el año anterior.

De este modo, los inversionistas no contaron con un panorama completo hasta seis semanas después, cuando la compañía presentó su reporte anual a la SEC. Según Halliburton, esta práctica está justificada por principios generales de contabilidad aceptados.

Quizá sea cierto; sin embargo, tras tres años de reformas frente a diversos escándalos corporativos, el caso de Halliburton ejemplifica muy bien que, como siempre, las ganancias continúan siendo susceptibles de manipulación. ¿Por qué? Porque las normas de contabilidad permiten a las compañías calcular sus ganancias sobre la base de suposiciones.

Se supone que este tipo de ajustes brindan a los accionistas un panorama más preciso de lo que está ocurriendo en el negocio en un determinado momento, y a veces es cierto. La idea detrás de todo esto consiste en asignar las ganancias a un período determinado aun cuando estas no hayan sido efectivamente recibidas. De igual modo, los gastos son asignados al período en el que las ventas fueron hechas, no necesariamente cuando el dinero fue gastado.

El problema con estos números distorsionados no está en la práctica antes presentada, sino en que los inversionistas, analistas y administradores están pasando trabajo al momento de determinar sobre qué fundamento fueron hechas las suposiciones.

Los escándalos de Enron, WorldCom, Adelphia Communications (ADELQ) y otras compañías, son patentes recordatorios de que los inversionistas pueden perder miles de millones si no prestan atención al modo como las compañías obtienen sus ganancias.

Otro gran problema es que las declaraciones financieras de las compañías suelen estar incompletas, ser inconsistentes o ser simplemente poco claras, lo que impide discernir la realidad de la fantasía. Según Trevor S. Harris, analista de contabilidad de Morgan Stanley (MWD): “El sistema de reportes financieros está completamente deshecho”.

Fuente Original: Revista: Business Week
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