“A cualquier nivel de ingresos tanto la persona física como la empresa desean mantener efectivo disponible”.
“A mayor tasa de interés, menos cantidad que se desea mantener en efectivo y mayor inversión en valores”.
La tasa de interés es el precio del dinero. Cuando aumenta la tasa de interés, disminuye el atractivo de mantener saldos en efectivo, en virtud de que el costo de oportunidad de la liquidez se eleva.
Un nivel de ingresos alto y una tasa de interés baja obligan a los poseedores de liquidez a conservar su dinero para aprovechar el precio de oportunidad. Pero cuando la tasa de interés es alta, el poseedor del dinero invertirá su efectivo en la mejor propuesta financiera.
Mientras más altas sean las tasas de interés, menores saldos de efectivo se demandaran.
Lo anterior solo será valido si las tasa de interés son las variables independientes para manejar la economía. De ahí que el Banco de México debe determinar la oferta monetaria que sea adecuada para mantener las tasas de interés al nivel adecuado para evitar especulaciones monetarias.
Cuando los demandantes de recursos se ven frenados por las tasas de interés altas, las mismas tienden abajar, lográndose un equilibrio en la intersección de la oferta con la demanda del dinero.
Cuando hay escasez de dinero puede ocasionar que los ahorradores e inversionistas disminuyan la parte de su ingreso destinado al ahorro o inversión, esto, con el objeto de mantener mayores cantidades de efectivo en caja y bancos para efectuar transacciones.
Las empresas, por su parte, trataran de obtener más dinero, solicitando préstamos en cantidad mayor a sus necesidades.
La competencia por recursos escasos, motivado a esa oferta limitada de dinero, se representa por los esfuerzos para solicitar prestamos y por la resistencia para ahorrar, provocando que las tasas de interés aumenten.
Por lo anterior habrá ahorradores e inversionistas motivados por el alza en las tasas de interés; asimismo los demandantes de dinero que están dispuestos a pagar esas tasas, tendrán el privilegio de usar esos fondos limitados.
A medida que aumenta la actividad económica, se requiere dinero adicional, supuesto que de otra forma las tasa de interés subirán constantemente, por lo que el Banco de México - o la autoridad reguladora de cada país - generalmente “aumenta la oferta de dinero a una tasa de crecimiento adecuado a las necesidades de la economía mexicana.