Tradicionalmente se reconocen dos clases de auditorias: Auditoria Interna y Auditoria Externa.
La auditoria interna la desarrollan personas que dependen del negocio y actúan revisando, las más de las veces, aspectos que interesan particularmente a la administración, aunque pueden efectuar revisiones programadas sobre todos los aspectos operativos y de registro de la empresa.
La auditoria externa, conocida también como auditoria independiente, la efectúan profesionistas que no dependen de la empresa, ni económicamente ni bajo cualquier otro concepto, y a los que se reconoce un juicio imparcial merecedor de la confianza de terceros. El objeto de su trabajo es la emisión de un dictamen. Esta clase de auditoria es la actividad mas característica del Contador Público.
Adicionalmente se habla de auditoria de operación y de auditoria administrativa. En términos generales, este tipo de auditorias se refieren a la revisión de las operaciones de una empresa y a la organización con que cuenta, con el propósito de definir el grado de eficiencia de las mismas. En la auditoria de operación se juzga la eficiencia de la operación misma en tanto que en la auditoria administrativa se juzga la eficiencia de la estructura del personal con que cuenta la empresa y los procesos administrativos en que actúa dicho personal.
Mas recientemente, y dentro de la auditoria de los estados financieros se empieza a definir la auditoria de proceso electrónico de datos; es decir, la auditoria especializada que permite la verificación de la razonabilidad de la operación de los sistemas de cómputo que utiliza la empresa, dentro del proceso contable. Esta auditoria, resulta ser parte integrante de la auditoria de estados financieros tradicional.