Se dice que todos los contadores tenemos una forma muy especial de ser; yo lo resumo en que, por lo general, contamos con dos caracteristicas en común: Nacemos para serlo y vemos la vide desde otro punto de vista.
Y una muestra de ello es la siguiente analogia expresada -claro- por un contador:
La amiga = Activo disponible
La amante = Cuenta puente
Los difuntos = Activos diferidos
Los cuñados = Pasivo de contingencia
Las cuñadas = Reservas de capital
La despedida de los novios = Cierre de ejercicio
La esposa = Pasivo fijo
El esposo = Bolsa de valores
Los hijos = Estado de pérdidas
Las hijas = Estado de ganancias
Los hijos naturales = Cuentas de orden
La sobrina = Depósito en garantía
La abuela y el abuelo = Reserva para baja de valor
La novia = Inversión
La suegra = Activo despreciable
La prometida = Superávit ganado
La secretaria = Reserva de reinversión
La señora esperando familia = Producción en proceso
La sirvienta = Reserva ilegal u oculta
La vecina = Futuras inversiones