En ocasiones, en las empresas, es necesario un análisis de la situación de la misma, ya sea para efectos internos o externos.
Para el primero basta que los directivos giren una orden y se inicie con la planeación y posterior ejecución para que se lleve a cabo.
Sin embargo, para el análisis externo es necesario se determinen las necesidades del mismo para iniciar con la selección de la firma a participar, lineamientos a seguir y resultado deseado.
Para el análisis interno se tiene acceso a toda la información necesaria, pues se realiza dentro de la misma empresa y es llevado a cabo por su propio personal, conocedor de la operación; en tanto que el externo, por lo general, es llevado a cabo fuera de la empresa, lo cual puede limitar o inducir el resultado.
Los análisis internos son originados, siempre, para encontrar áreas de oportunidad en la gestión de los recursos propios de la empresa:
- Créditos y cobranzas
- Políticas de Ventas.
- Promociones
En cambio, los externos, por lo general, son solicitados por alguien interesado en hacer operaciones financieras con la empresa:
- Bancos
- Proveedores
- Acreedores
- Bolsa
Derivado de lo anterior se podrá comprender que el análisis interno es mas completo por tener disponible toda la información necesaria.
Por su parte, el análisis externo podrá mejorarse bastante si se basa en los informes detallados que elaboraron los auditores externos, los cuales habrán de servir como complemento a los estados que se vayan a analizar.
Lo que si debe de quedar muy claro es que los análisis -interno y externo- son para efectos financieros.