El Empowerment es un término que se ha estado usando para definir el hacer a la gente responsable por su trabajo, esta actividad es clave de la gerencia y piedra angular del facultamiento y el crecimiento personal.
Hacerlos responsables no tiene nada que ver con culpabilidad y sí tiene todo que ver con desarrollo personal y corporativo.
Para hacer responsable a una persona bien se pueden seguir los siguientes pasos:
Que sea Confiable. La confiabilidad tiene dos componentes, Carácter: lo que se es (íntegro, generoso, cumplidor, responsable, etc.) y Competencia: Formación, experiencia, estudios, especializaciones, juicio, etc.
Que sea de Confianza y esta es brindada por la organización solo si se cumple con la primera.
Acuerdos de Ganar/Ganar y esto es resultante de un proceso en el cual se fijan objetivos y metas, se negocia para determinar las condiciones y apoyo para lograr dichas metas y donde tanto el gerente como el subalterno asumen su responsabilidad.
Equipos y Personas Autodirigidos donde los implementadores tienen los recursos, la autoridad y la disposición para ejecutar el proyecto, y pueden hacerse su propio seguimiento y modificar el rumbo, si es necesario. Esta fase puede requerir entrenamiento y formación apropiadas a las metas por lograr, y una buena dosis de liderazgo.
Un aspecto fundamental en esta fase es contar con un Cuadro de Mando Integral SM que permita un seguimiento efectivo y alineado con las metas de la organización, indicadores relevantes y un proceso estructurado y periódico de evaluación integral que asegure que las estrategias implementadas responden a las necesidades de la organización.
Estructuras y Sistemas Alineados, en otras palabras trabajos complejos que sean un reto y los entusiasmen; pero procesos sencillos que permitan que las cosas sucedan. Aquí se necesita un claro sentido de dirección (visión) y un marco claro de acción (misión). También recursos asignados y compartidos. Para eso es necesario contar con una buena dosis de gerencia.
Rendir Cuentas, Auto Evaluación: que comprende la capacidad de medir el progreso logrado comparando la situación inicial, con la deseada que fue negociada, haber diseñado los indicadores correctos y haber utilizado un método apropiado de planificación (como el Método Shewhart), y poder decir que lo que se realizó respondió a las expectativas personales y de los superiores, beneficiando al cliente (interno o externo) que está alineado con la marcha estratégica de la empresa y enfocada a su visión.
Fuente: Stephen R. Covey