viernes, 6 de noviembre de 2009

Como funciona la reduccion de impuestos

El pago de los impuestos, toda la vida, ha sido considerado como una carga para el que los paga, pero no por eso dejan de ser necesarios.


El problema empieza cuando el contribuyente ve que la aplicación de lo que “concede” al fisco toma otro destino del que le corresponde; todo seria diferente si la utilización de estos recursos se viera reflejada en cosas útiles para los gobernados.

También se critica, en ocasiones, que las imposiciones fiscales no son equitativas y justas, que la clase siempre afectada es la media, ya que los pobres, por su condición, no pagan y de los ricos se puede decir que no les duele.

Estas criticas se ven acrecentadas cuando de pronto la autoridad en su afán de captar mas recursos, vía eliminando la clandestinidad, otorga subsidios en el pago de los impuestos, los cuales a final de cuentas, y para beneplácito de algunos, terminan beneficiando mayormente a los que mas contribuyen o sea, a los que mas tienen, o lo que es lo mismo, a los ricos.

Una forma de comprender que lo anterior es natural y necesario lo podemos ver en el siguiente ejemplo:

Supongamos que cada noche, diez amigos, de diferente nivel económico, van a su bar favorito para tomar una cerveza. La cuenta de los diez siempre es de $ 100 dólares, y entre ellos acuerdan pagarla de acuerdo a sus posibilidades, es decir, de acuerdo a sus ingresos, quedando la distribución de la siguiente forma:

• Los primeros cuatro hombres (los más pobres) no pagarían nada.
• El quinto pagaría $ 1.
• El sexto pagaría $ 3.
• El séptimo $ 7.
• El octavo $ 12.
• El noveno $ 18.
• El décimo hombre (el más rico) pagaría $ 59.

Todos estuvieron de acuerdo y no repararon en la distribución que consideraron equitativa y justa. Los diez hombres bebían en el bar todas las noches y parecían muy felices con el acuerdo.

Hasta que un día, el propietario del bar, después de darse cuenta que la clientela no aumentaba y que muchos de los posibles clientes tomaban su cerveza en su casa y hasta en la calle se le ocurrió una idea y se la comunico a todos los asiduos asistentes.

"Puesto que todos los clientes son tan buenos", dijo, "Voy a reducir el costo de su cuenta todas las noches por $ 20."

Todos los presentes gritaron vivas para el benévolo propietario del bar, el cual, por lo menos vio recompensado su ego al considerarse un benefactor.

Así pues, ahora la cuenta de los diez seria en vez de $ 100 de sólo $ 80. Pero como se repartirían el descuento que consideraban se habían “ganado” todos?

Alguien del grupo propuso que la forma de pago de la cuenta debería ser la misma, aplicando el descuento solo entre los seis pagantes de siempre y que los cuatro que inicialmente no pagaban seguirían bebiendo gratis.

Esto último a los cuatro “gorrones” no les agrado del todo pero con la finalidad de seguir bebiendo gratis hicieron mutis y lo aceptaron.

El resto de la propuesta era dividir la “ganancia” de $ 20 entre los seis lo cual daría $ 3.33 para cada uno.

Lo anterior causo una fuerte discusión ya que aplicando esas cantidades al quinto y al sexto de los amigos estos terminarían ganando por tomar todas las noches, con lo cual hasta los “gorrones” no estuvieron de acuerdo.

Viendo el problema que había ocasionado, el dueño del bar intervino a manera de juez y sugirió que lo justo sería reducir la parte a pagar de cada uno de los amigos en aproximadamente la misma cantidad, y procedió a elaborar las cantidades que cada uno debía pagar, quedando, al final, de la siguiente forma:

• El quinto hombre, como los cuatro primeros, ya no pagaría. (ahorro de 100%).
• El sexto ahora paga $ 2 en vez de $ 3 (33% de ahorro).
• El séptimo ahora paga $ 5 en vez de $ 7 (28% de ahorro).
• El octavo ahora paga $ 9 en lugar de $ 12 (25% de ahorro).
• El noveno ahora paga $ 14 en vez de $ 18 (22% de ahorro).
• El décimo ahora paga $ 49 en lugar de $ 59 (16% de ahorro).

Así, para cada uno de los seis seria mejor que antes.

Continuaron bebiendo y al terminar y empezar a retirarse, ya borrachos empezaron a comparar sus ahorros.

"Sólo tengo un dólar de los $ 20", declaró el sexto hombre. Y señalando al décimo hombre comentó, “pero él consiguió $ 10!"


"Sí, es verdad", exclamó el quinto hombre. "Yo sólo me ahorré un dólar, también. Es injusto que él haya recibido diez veces más que yo! "

"Eso es verdad!", Gritó el sexto amigo. "¿Por qué él recibe $ 10 de regreso cuando yo solo $ 2? Siempre los ricos obtienen toda la ventaja! "

"Espera un minuto", gritaron los primeros cuatro hombres al unísono. "Nosotros no obtuvimos nada en absoluto. El sistema explota a los pobres! "

Los nueve hombres rodearon el décimo y le dieron una paliza.

A la noche siguiente, el décimo hombre, debido a la golpiza que le dieron, no se presentó en el bar; aun así, ahora los nueve amigos se sentaron y bebieron sin él.

Todo iba de maravilla y no extrañaban la ausencia de su décimo amigo de siempre. Pero cuando llegó el momento de pagar la cuenta, descubrieron algo importante. Ellos no tenían suficiente dinero, ni aun entre todos, para pagar siquiera la mitad de la cuenta!

El décimo amigo, el rico, opto por irse a otro bar donde nadie lo golpearía por obtener mayores beneficios que otros.

Y así, es cómo funcionan los sistemas fiscales.

Las personas que pagan los impuestos más altos siempre obtienen el mayor beneficio de una reducción de los mismos. Los impuestos que ellos pagan y su riqueza, muchas veces, son los que generan la actividad económica de un país.


Fuente: How Taxes Work
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