imagine que un día usted y sus compañeros de trabajo deciden formar un equipo de baloncesto para hacer un poco de ejercicio después del
trabajo y tal vez formar un vínculo laboral más estable.
Pero un día LeBron James se presenta y ofrece a jugar para
el equipo. Eso es una obviedad, ¿no? Usted agarra la oportunidad para
catapultar a su equipo a una temporada ganadora, dirigida por la estrella de
Miami Heat.
Pero imaginemos James comienza a aparecer a finales de los
juegos. No puede llevarse bien con cualquiera de los miembros del equipo, y comienza a hacer el juego mucho menos divertido . Pero usted no hace
nada.
¿Por qué?
¡Porque es LEBRON JAMES!
El problema con esos talentos estelares -si se trata de un
jugador de baloncesto profesional o un niño prodigio de Harvard- es que son humanos. Y que, a pesar de que son buenos en lo que hacen, todavía puede hacer cosas tontas.
Es por eso que incluso los empleados más talentosos deben tener cuidado de no hacer movimientos tontos que puedan hacerle daño a su
carrera.
He aquí algunas maneras en que talentosos empleados pueden
descarrilar su carrera:
- Quejarse por todo. Sólo por ser inteligente y generarle a la empresa una gran cantidad de dinero no significa
que tiene un permiso especial que le permite criticar abiertamente a los
demás de una manera degradante y lloriquear hasta que las cosas se hagan a su manera. Lo que se tiene que hacer es demostrar con daros el por qué
su camino es mejor y colaborar en todo en vez de arrastrar los pies
como a los 5 años de edad, cuando lo enviaban a la cama temprano.
- No aceptar retroalimentación. Los empleados talentosos suelen creer que deben proporcionar los comentarios, no aceptarlos. Dar y recibir información en el trabajo es una obligación, y si no desea aceptar los comentarios que otros tienen, váyase a vivir en una cueva en algún lugar.
- Atender negocios propios en horas de trabajo. No es raro que los empleados
con talento puedan tener algunos trabajos independientes de su parte, pero lo que no se debe hacer es utilizar los recursos de la empresa o hacerlo en horas de trabajo. Además, llevarse a los clientes para su propio negocio es una buena manera de conseguir ser despedido antes de que finalice el día.
- Ignorar al jefe. Los trabajadores super dotados a menudo sienten que sus jefes no tienen las mejores ideas. Eso no quiere decir que puedan tratarlo como si fuese una planta en una maceta. Se tiene que incluir al jefe si se desea que los proyectos y su equipo sean tomados en cuenta.
- Ser irrespetuoso. Acosar y hacer comentarios despectivos sobre sus compañeros de
trabajo seguramente le traerá problemas con Recursos Humanos y con el resto de sus compañeros. Esto podría ocasionar que los líderes de la organización comiencen a documentar las denuncias en su contra y eso es -a menudo- el camino seguro
hacia la salida de la empresa.
Para terminar, los empleados de gran talento a menudo se
dice que son dueños de un enorme ego. Si el ego se interpone en el camino para poder trabajar eficazmente con los equipos y solo sirve para molestar a los
clientes o ignorar a los jefes, cuidado, se puede ganar una reputación que hace que su
talento estrella no valga la pena para cualquier empleador.