La dirección en una empresa tiene como finalidad coordinar los elementos humanos de la misma. Es influir en los empleados para que contribuyan en la consecución de las metas organizacionales y grupales. Es llevar a cabo actividades que definan el carácter de la organización.
Los principios clásicos de la administración que tienen una aplicación concreta en la dirección son:
- Autoridad y responsabilidad: autoridad es el derecho de dar órdenes y el poder de esperar obediencia; la responsabilidad es una consecuencia natural de la autoridad e implica el deber de rendir cuentas. Ambas deben estar en equilibradas entre si.
- Unidad de mando: cada empleado debe recibir órdenes de un solo superior. Es el principio de la autoridad única.
- Unidad de dirección: asignación de un jefe y un plan a cada grupo de actividades que tengan el mismo objetivo.
- Centralización: concentración de la autoridad en la cúpula jerárquica de la organización.
- Cadena de mando o jerarquia: línea de autoridad que va del escalón más alto al más bajo. Es el principio de mando.
- Equidad: amabilidad y justicia para conseguir la lealtad del personal.
- Estabilidad del personal: la rotación tiene un impacto negativo en la eficiencia de la organización. Cuanto más tiempo permanezca una persona en un cargo, tanto mejor para la empresa.
- Espíritu de equipo: la armonía y unión entre las personas constituyen grandes fortalezas para la organización.