Páginas
▼
lunes, 24 de noviembre de 2014
jueves, 20 de noviembre de 2014
martes, 18 de noviembre de 2014
jueves, 13 de noviembre de 2014
martes, 11 de noviembre de 2014
miércoles, 5 de noviembre de 2014
martes, 4 de noviembre de 2014
jueves, 30 de octubre de 2014
martes, 30 de septiembre de 2014
viernes, 19 de septiembre de 2014
jueves, 18 de septiembre de 2014
miércoles, 17 de septiembre de 2014
lunes, 25 de agosto de 2014
miércoles, 23 de julio de 2014
martes, 22 de julio de 2014
miércoles, 16 de julio de 2014
jueves, 10 de julio de 2014
martes, 1 de julio de 2014
lunes, 30 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
miércoles, 18 de junio de 2014
lunes, 16 de junio de 2014
miércoles, 11 de junio de 2014
miércoles, 4 de junio de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
miércoles, 28 de mayo de 2014
martes, 27 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
jueves, 22 de mayo de 2014
martes, 20 de mayo de 2014
lunes, 19 de mayo de 2014
domingo, 11 de mayo de 2014
miércoles, 30 de abril de 2014
miércoles, 23 de abril de 2014
5 Peligros de trabajar para un jefe malo
Malos administradores los hay de todos los tipos, colores y sabores. Vienen en todas las presentaciones: idiotas, pasivos, flojos, chismosos, intrigosos, pandemicos y hasta supersticiosos. Todos ellos tienen una característica en común: no se pueden establecer expectativas claras.
Si usted tiene la mala fortuna de trabajar para uno de estos jefes, es probable que trate de minimizar el impacto de estos defectos en su propio trabajo e inclusive haya encontrado estrategias creativas para proteger su calidad de vida.
Pero trabajar para un jefe malo puede impactarle de una manera que casi sin sentirlo le podría afectar en su desarrollo profesional.