En
cualquier organización el control de las operaciones y procedimientos es
fundamental. Y es que la gente empieza a hacer -en principio y con entusiasmo- lo
indicado, pero conforme pasa el tiempo empieza a “simplificar” o “suavizar” el
procedimiento hasta y que, en un momento determinado, se pierde el control.
El
control en una organización es un proceso que garantiza que las actividades reales se ajusten a las
actividades planeadas.