El punto de equilibrio es una herramienta que nos ayuda a conocer información relevante y fundamental para la adecuada operación de la empresa. Nos determinara los limites de ingresos –o unidades de producción- necesarios para que el resultado de la operación de la empresa sea cero, es decir, ni se gana pero tampoco se pierde. Esto nos apoya para saber a partir de cuando vamos a generar utilidades.
Para su determinación es necesario contar con información debidamente analizada e integrada sobre los costos fijos y variables de la empresa; entendiendo por costos variables aquellos que cambian en proporción directa con los volúmenes de producción y ventas, por ejemplo: materias primas, mano de obra, comisiones, por mencionar algunos. Y por costos fijos, aquellos que no cambian en proporción directa con las ventas y cuyo importe y recurrencia es prácticamente constante, como son la renta del local, los salarios, las depreciaciones, amortizaciones, etc.
Como dato complementario debemos conocer el precio de venta de él o los productos que fabrique o comercialice la empresa, así como el número de unidades producidas.